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INTRODUCCIÓN ANTECEDENTES PRINCIPIOS Y DEFINICIONES ORIENTACIONES Y ACCIONES SINTESIS CONCLUSIONES


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ANTECEDENTES

En este apartado se presentarán los principales resultados del  diagnóstico de condiciones para evaluar la propuesta de una Política de Convivencia Triestamental en la Facultad de Educación y Humanidades, proceso que se realizó el año 2013 bajo el financiamiento de proyectos FAPE de la Dirección de Planificación y Estudios de la Universidad del Bío-BíO

A.- Objetivos y procedimientos

El objetivo principal del  estudio fue realizar un diagnóstico de los espacios, conductas y procedimientos que caracterizan la convivencia y el clima organizacional en la Facultad de Educación y Humanidades desde la visión de los tres estamentos.

Objetivos específicos:

  • Describir la percepción de estructura, calidez, apoyo y conflictos dentro de la Facultad de Educación y Humanidades.
  • Describir la valoración de las relaciones interestamentales dentro de la Facultad de Educación y Humanidades.
  • Describir las conductas asociadas conflictos percibidos entre actores interestamentales.
Respecto de la metodología se puede señalar que la población definida para este estudio está compuesto por los integrantes de la Facultad de Educación y Humanidades, con sus sedes Concepción y Chillán, que, de acuerdo con el Anuario Estadístico Institucional UBB 2012, considera 4 departamentos (Ciencias Sociales, Artes y Letras, Ciencias de la Educación y Estudios Generales) y 12 carreras (Trabajo Social, Psicología, Historia y Geografía, Castellano y Comunicación, Ciencias Naturales, Educación Matemática, Inglés, Educación Física, Educación Parvularia, Educación General Básica, Educación Básica con Especialidad). La distribución de la población según estamentos es de 95 académicos (jornada completa y media jornada), 20 funcionarios del estamento administrativo y 2503 estudiantes. La muestra estuvo compuesta por 260 personas (18 académicos, 13 administrativos y 229 estudiantes), con edades comprendidas entre los 18 y los 61 años. De las personas que contestaron la encuesta, solo el 84,2% identificó su sexo, de los cuales el 31,9% eran hombres y el 52,3% mujeres.

Se aplicó un instrumento que  consideró cuatro dimensiones: clima organizacional, valoración de las interrelaciones entre los actores; interacciones agresivas y conflictividad percibida. A continuación,  se detallan los instrumentos y la operacionalización de las variables:

  • 1. Clima: Se seleccionaron 4 dimensiones del clima organizacional del Instrumento de Litwin y Stringer (1968): Estructura, Calidez, Apoyo y Conflictos. Este instrumento posee 22 reactivos en una escala tipo likert con puntajes de 0 a 3 en un continuo que va desde Muy en desacuerdo a Muy de acuerdo. Los puntajes para cada subdimensión corresponden a las medias de los reactivos que lo componen.

1.1. Estructura: Refleja la percepción de las personas con respecto a las reglas, procedimientos, trámites y otras limitaciones organizacionales. Nueve reactivos.

1.2. Calidez: Muestra la percepción de los miembros de la institución sobre la posibilidad de un ambiente de trabajo grato y con buenas relaciones sociales. Cinco reactivos.

1.3. Apoyo: Refleja la percepción de las personas sobre la presencia de un espíritu o filosofía de ayuda dentro de la organización. Tres reactivos.

1.4. Conflicto: Explora la percepción de la capacidad que posee la organización de aceptar las opiniones distintas, los problemas y fomentar la búsqueda de soluciones. Cinco reactivos.

  • 2. Valoración de las interrelaciones entre los actores. Contiene la percepción que tienen los actores de la Facultad (estudiantes, administrativos y académicos) respecto del tipo de relaciones que se dan entre ellos, valorándolas en una escala de 0 a 3, donde 0 significa Mal, 1 significa Regular, 2 significa Buena y 3 significa Excelente.
  • 3. Interacciones agresivas. Percepción de frecuencia con la que se presentan entre actores de la Facultad conductas de connotación agresiva. Las respuestas se entregan a través de una escala de 0 a 3, donde 0 significa Nunca y 3 significa muchas veces.
  • 4. Conflictividad percibida. Percepción de actitudes que pueden interpretarse como fuentes de conflicto entre los distintos actores de la Facultad. Las respuestas se entregan mediante una escala tipo likert de 0 a 3, con valoraciones que van de Nada a Mucho.

Además, y para complementar los resultados del instrumento, se realizaron dos grupos focales. El primero fue llevado a cabo el 13 de diciembre de 2013 en el Campus La Castilla de la ciudad de Chillán, contando con la participación de tres docentes, cuatro estudiantes y dos administrativos, la que tuvo una duración de 90 minutos aproximadamente. El segundo se realizó el 16 de diciembre de 2013 en la Sede de la ciudad de Concepción, contando con la participación de cuatro docentes, dos estudiantes y dos administrativos y que tuvo una duración de alrededor de 50 minutos. En ambos se trabajó tomando como guía las dimensiones consideradas en la encuesta de convivencia triestamental y enfocado, por una parte, en la percepción de la convivencia entre los estamentos en términos de sus características, valoración, y, por otra, en la conflictividad existente y sus estilos de afrontamiento

B. Resultados

En relación con los resultados, estos se dividen en dos: los obtenidos desde la encuesta y los obtenidos desde los focus groups. A partir de los datos de la encuesta, se puede establecer que existe, en general,  una percepción de convivencia positiva,  expresada en un clima relacional adecuado, y una percepción de escasa conflictividad y agresión.

Los ámbitos más deficitarios que se observan necesarios de intervenir para mantener y mejorar la percepción positiva de convivencia en la Facultad son los siguientes:

  • Existencia de muchas reglas y procedimientos que dificultan implementar nuevas ideas.
  • Falta de claridad sobre los canales y responsables para informar situaciones importantes.
  • Dificultad para conocer a colegas o compañeros (establecimiento de relaciones profundas).
  • Dificultad para confiar en los demás.
  • Falta de incentivo para debatir y discutir situaciones.
  • Baja valoración de la interrelación entre estudiantes y profesores, así como entre profesores.
  • Existencia de discusiones con descalificaciones personales.
  • Hablar mal de los demás.
Los principales resultados obtenidos en los focus groups evidencian que, en general, existe una percepción favorable de la convivencia entre los distintos estamentos, caracterizado por una relación de respeto en las interacciones que se dan tanto en la Facultad como en sus subunidades (departamentos y escuelas). Se destaca como importante el trato respetuoso, las relaciones horizontales y la voluntad de los docentes y administrativos para atender las consultas de los estudiantes, así como la disposición a resolver sus problemas. Los entrevistados identifican una adecuada convivencia entre los actores cuando esta se da en un marco de respeto. En el caso de la relación estudiante-docente, manifiestan que estas deberían darse en un trato cercano por parte de los profesores al momento de resolver inquietudes y problemas presentados durante el desarrollo de las asignaturas.

Al hacer un desglose por estamentos las opiniones tienden a ser mejores cuando la interacción es entre pares, siendo destacable la relación entre administrativos y entre alumnos. En el caso de los docentes, las relaciones son percibidas, en general, como distantes, siendo identificadas como mejores cuando estas se dan en un contexto informal.

Al explorar la convivencia entre miembros de distintos estamentos, se observaron opiniones destacables en la relación estudiantes y administrativos en donde existe una interacción que emula las relaciones familiares caracterizada por la simetría en el trato cotidiano y de respeto en los roles que cada uno desempeña. Por otra parte, la convivencia de los docentes con los otros estamentos se valora con un mayor espectro de opiniones que van desde una buena relación a situaciones, que si bien son identificadas como aisladas, generan un alto impacto en la convivencia. En este punto se identifican los comportamientos de algunos docentes quienes interactúan tanto con sus pares como con los otros estamentos desde el poder y la imposición de sus posturas que derivan en la instalación de conflictos que afectan la convivencia.

Al referirse a los conflictos entre los actores triestamentales y cómo estos se resuelven, los entrevistados lo entienden como un proceso que va desde la búsqueda de soluciones entre quienes están directamente implicados hasta la intervención de un tercero con atribuciones como el jefe de carrera o alguna otra autoridad competente. Las apreciaciones entregadas indican que utilizar estos conductos lleva a distintos resultados tanto satisfactorios como insatisfactorios que repercutirían en la percepción de la convivencia.

Se identifica al estamento docente como aquel con quien se tienen las interacciones conflictivas más visibles tanto en el surgimiento de problemas de tareas como en aquellos de carácter relacional. Estos últimos son percibidos como los que más dañan la convivencia y el clima triestamental y en donde se visualiza el poder como un factor determinante que incide en lógicas competitivas de enfrentamiento de los conflictos. Así, también se expresa la relevancia del rol del docente como promotor de la convivencia, considerando este mismo poder para incidir en la solución de situaciones conflictivas.

 
C. Conclusiones

Los resultados obtenidos de la percepción de clima y convivencia dentro de la Facultad de Educación y Humanidades pueden agruparse en tres grandes áreas: estructura, convivencia y conflictos:

1. Estructura

En términos generales, dentro de la Facultad se reconoce quién lidera, toma decisiones y a quién se debe reportar dentro de la organización; así mismo, se reconoce que no existiría una burocratización al momento de plantear y realizar ideas nuevas, sin embargo, se considera perentorio el que se difunda con mayor efectividad las políticas internas, la estructura organizativa y, las tareas y funciones asociadas a ella, además de favorecer el cumplimiento de normas, métodos y procedimientos. La relevancia de lo anterior radica en que los actores consideran que el rol que cumplen los directivos (jefes de carrera, departamentos y Facultad), tanto en la promoción de una adecuada convivencia como en la gestión de los conflictos, permite resolver los problemas de manera oportuna y mantener así las buenas relaciones. No obstante lo anterior, también se describe que la intervención en situaciones de disputas no siempre genera un impacto favorable en la convivencia.

Un aspecto que es valorado como potenciador de la convivencia es la incorporación y participación de todos los estamentos en instancias de coordinación como, por ejemplo, los Consejos de Facultad y de Escuela, y su importancia como espacios de resolutividad y de toma de decisiones, las que propenden al trabajo colaborativo interestamental, el que es promovido por las autoridades.

Otro aspecto que afecta la convivencia tiene relación con la estructura organizacional propia del sistema de instrucción de las universidades y la verticalidad asociada a la enseñanza, como un elemento que instala el conocimiento como poder desde el cual los académicos interactúan con el otro.

 

2. Convivencia

Los principales resultados evidencian que, en general, existe una percepción favorable de la convivencia entre los distintos estamentos caracterizado por una relación de respeto y formalidad en las interacciones que se dan en las escuelas, departamentos y, en general, en la Facultad. Se destaca como un aspecto valorado el trato respetuoso y de atmósfera amistosa, en donde las relaciones horizontales, la disposición de los docentes, administrativos y estudiantes permite resolver los problemas propios de los procesos de formación profesional y los objetivos de la Facultad.

Según la información tanto cuantitativa como cualitativa, la interacción entre los miembros de la Facultad, son percibidas como mejores entre administrativos y estudiantes, entre administrativos y entre estudiantes, en donde no existe una relación mediada necesariamente por el estatus, sino que, por el contrario, se describen como cercanas y de apoyo especialmente cuando se da entre el personal no docente y los alumnos.

La valoración de la convivencia es menor cuando se observa entre administrativos y académicos, entre estudiantes y académicos y entre los mismos académicos, en donde las valoraciones hacen referencia al estatus desde el cual el estamento académico se relaciona tanto entre ellos como con los otros grupos. Es así como la interacción entre docentes es entendida como distante, siendo identificadas como mejores cuando estas se dan en un contexto informal o dentro de las escuelas y departamentos. En el caso de las interacciones de los docentes con los otros dos estamentos, estas están mediadas por el poder, llevando a que estén más expuestas a conflictos tanto de tareas propias de las incompatibilidades de los roles que cada uno de los estamentos tiene, como relacionales, en donde los problemas de comunicación y prejuicios pueden ser abordados desde la lógica del poder.

En este sentido, se observa un amplio espectro de opiniones, que van desde un buen trato a situaciones conflictivas de tipo agresivas, que si bien son identificadas como aisladas, generan un alto impacto en la convivencia. En este punto, se identifican los comportamientos de algunos académicos quienes interactúan tanto con sus pares como con los otros estamentos desde el poder y la imposición de sus posturas que derivan en la instalación de disputas que afectan la convivencia. Así, también existen opiniones que destacan el rol clave que tienen los docentes como promotores de una adecuada convivencia.

Respecto de las expectativas de las interacciones, específicamente, en la relación estudiante-docente, se manifiesta que esta debería darse en un trato cercano por parte de los profesores al momento de resolver inquietudes y problemas presentados durante el desarrollo de las asignaturas. A la base de esta última tensión, podría estar la percepción de que existe una falta de motivación en los estudiantes y, por otro lado, una falta de empatía y una dedicación de los académicos a su trabajo no docente.

De acuerdo con los resultados, la convivencia resultaría un fenómeno particular que varía según unidades, respondiendo a culturas propias de cada escuela y en donde pueden darse interacciones más informales y más cercanas u otra que se caracterizan por ser más impersonales.

 
3. Conflictos

Al referirse a la resolución de conflictos, se plantea que estos pueden resolverse en distintos niveles organizacionales (entre implicados, con un tercero con atribuciones), pero las apreciaciones entregadas respecto de estas alternativas son tanto satisfactorias como insatisfactorias, lo que repercutiría en la percepción de la convivencia. En este punto, se identifica la existencia de conflictos relacionales caracterizados por el hablar mal de otros como los más recurrentes y, en menor medida, otros de mayor gravedad (insultarse públicamente, acoso sexual y hostigamiento), siendo los estudiantes quienes reconocen una menor frecuencia de estas situaciones.    

Se identifica al estamento docente como aquel que tiene las interacciones conflictivas más visibles tanto en el surgimiento de problemas de tareas como en aquellos de carácter relacional. Estos últimos son percibidos como los que más dañan la convivencia y triestamental y el clima, en donde se visualiza el poder como un factor determinante que incide en lógicas competitivas de enfrentamiento de los conflictos.